
NOTE: I have received a couple of comments related to a series I published in November of 2019 – in honour of my late mom – from people who have lived in the Mexican state of Coahuila, more specifically, in Agujita, my mom’s birthplace. One of them lamented that the posts were not written in Spanish, so I decided to translate the three-part series.
Arriba: Foto de Esthercita en su certificado de primaria (Agujita, Coahuila, México, 1939)
Click here to read the original text, in English.
En esta entrada y las dos previas (Parte I en este enlance, y Parte II en este otro enlace), quise compartir algunas de las historias y recetas de cocina de la niñez de mi mamá en Agujita, un pequeño pueblo minero en el estado de Coahuila; cuando yo misma era niña (en la Ciudad de México), eschuché éstas y muchas otras anécdotas, sentada con mi mamá en su cocina, las cuales llenaron mi imaginación con imágenes pintorescas de México (y otros paises), y me motivaron a siempre seguir adelante, y nunca dejar de aprender cosas nuevas ¡Gracias, mami!
Mi mama siguió siendo una niña curiosa; cuando tenía seis años, vio pasar a varios de sus amigos, más grandes que ella, acompañados de sus papás, dirigiéndose en la misma dirección, y cuando les preguntó que a donde iban, le contestaron: “a matricularnos en la escuela, vente tú también.” En aquel entonces los peques empezaban la escuela a los siete años, pero eso no le impidió a mi mamá seguir a sus amigos e ¡inscribirse ella sola a primero de primaria! Su mamá se sorprendió pero no le pareció mala idea, y como ya la habían admitido, dejó que empezara la escuela ese año. Esthercita siempre fue una estudiante muy aplicada, y continuó su educación primaria en Agujita, ayudando con el quehacer de la casa, y a cuidar a sus tres hermanitos (un hombre y dos mujeres), todos nacidos para cuando ella tenía diez años de edad. Esthercita se graduó de la primaria con honores, como lo muestra su boleta final de calificaciones, de 1939:
Aunque los papás de Esthercita eran japoneses los dos, el desayuno se servía estilo Agujita, todos los días de escuela, durante todas las estaciones: huevos revueltos con chorizo, frijoles, tortillas (generalmente de harina de trigo), junto con dos jarras de peltre, una con café recién hecho, y la otra con leche caliente. Cada quién a la mesa se servía su plato y preparaba su taza de café con leche, a su gusto.
Mi mamá continuó la costumbre de los huevos con chorizo en nuestra casa, pero como vivíamos en la Ciudad de México – que en algún momento fue la ciudad con más habitantes del mundo – todo se hacía de prisa; en lugar de sentarnos a la mesa en las mañanas, muchas veces los huevos con chorizo se cuchareaban en una tortilla (de harina de trigo, o de maíz) y se enrollaba un taquito envuelto en una servilleta; yo me lo comía esperando el camión de la escuela, afuera de nuestro edificio.
El taco de desayuno (The breakfast taco) es un clásico a todo lo largo de la frontera entre México y los EUA. Tanto el estado de Texas en el sur de los EUA como el muy norteño estado de Coahuila del lado mexicano, tienen sus versiones de la misma deliciosa tortilla rellena de chorizo (u otra salchicha similar) y huevos revueltos. La receta que les comparto tiene los elementos nostálgicos del desayuno norteño de mi abuela y los tacos de “parada del camión” de mi mamá, con la adaptación a la dieta vegetariana de mi hija, y nuestro gusto por la mayonesa, para esta tercera iteración.
Vegetarian Breakfast Tacos –
Tacos vegetarianos de huevo
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NOTA FINAL: Después de terminar la primaria, mi mamá estuvo en un internado en Japón aprendiendo el idioma, y cuando los EUA entraron a la Segunda Guerra Mundial en 1941, se fue a refugiar con parientes y amigos en la zona rural del Norte de la isla principal de Japón. Ella regresó a México ya de adulta joven, después de la guerra, para reunirse con su familia en la Ciudad de México.
Love your story and what a beautiful little girl your mother was. And smart!
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Thank you, Judy!
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